Newton y las finanzas; una “ecuación” para tomar en cuenta
¿Cuántas veces has dicho “un día más sin aplicar la segunda ley de newton en mi vida diaria”? Pues querido amigo lector, hoy te diremos cómo emplearla en tus finanzas.
No, no nos volvimos locos. Las tres leyes de Newton son conocidas a nivel mundial por su gran aportación a la mecánica clásica, éstas son las que describen la relación entre fuerzas, cuerpo y movimiento. Calma, no vamos a echarte un choro de eruditos en física, pero sí te haremos entender qué pasa con estas leyes y tus finanzas.
Primera Ley: de la inercia.
Nuestro amigo Isaac decía con esta ley que “para que un cuerpo salga de su estado de reposo o de movimiento rectilíneo uniforme, es necesario que una fuerza actúe sobre él”.
En nuestras palabras, si eres una masa que se la pasa en reposo y no ahorras ni pides créditos, es muy complicado que haya movimiento en tu vida; no tendrás progreso y todo se tornará muy aburrido.
Segunda Ley: de la dinámica.
Esta dice que “la intensidad de la resultante de las fuerzas ejercidas en un cuerpo es directamente proporcional al producto de la aceleración que adquiere por la masa del cuerpo”.
No vemos tu cara, pero estamos casi seguros que te quedaste con expresión de what. ¿A qué se refiere esta ley?, pues que si quieres mover un objeto muy pesado, deberás aplicar más fuerza que su estuviera ligero.
En las finanzas pasa algo muy similar, mientras más deudas impagables tengas, vas a necesitar más fuerza para poder estabilizarlas y salir de ese bachezote.
Tercera Ley: de la acción y reacción.
Esta es nuestra favorita y reza que “a toda fuerza de acción le corresponde una fuerza de reacción”.
En nuestro lenguaje financiero podemos decir que todo tiene una consecuencia, si solicitas créditos a lo desgraciado con agiotistas y usureros, pues la reacción será muy negativa para tu cartera; pero si la acción que decidas tomar es medirte en las solicitudes y hacerlo siempre con entidades reguladas como Caja Popular Mexicana, pues la reacción serán una finanzas sanas y salvas.
De esta manera es como puedes aplicar la física de Newton a tus finanzas, ¿verdad no es complicado ni aburrido?
Ahora sí, no podrás decir que jamás aplicaste tus conocimientos de la escuela en la vida diaria, todo es cuestión de darle la vuelta y ver cómo aprender; con esto chance y hasta le puedes explicar sobre finanzas a tus hijos pubertos… De nada J
