Seguro conoces muchas habilidades que tienes y puedes poner en práctica en tu lugar de trabajo o en tu empresa.
Si eres emprendedor es probable que, sin darte cuenta, estés ignorando tus puntos fuertes que puedes usar para superarte profesionalmente. Queremos ayudarte con eso, por eso hoy te presentaremos dos categorías en las cuales puedes clasificar tus habilidades:
Habilidades duras. Son los conocimientos principalmente académicos o técnicos que son comprobables por medio de diplomas, certificados, títulos o constancias.
Habilidades suaves. Son las habilidades relacionadas con la inteligencia emocional, tales como comportamientos, actitudes y valores.
Es normal que te enfoques en las habilidades duras para poner en marcha tus actividades, sin embargo no debes perder de vista tus pericias blandas como tu facilidad de comunicación, ventas, creatividad, empatía, trabajo en equipo, honestidad o ética profesional.
Poner en práctica estas destrezas puede darte un plus para que tu negocio crezca hasta límites inimaginables.
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