Mientras los días de quincena algunos piensan en ir de fiesta con los amigos, otros planean pagar sus deudas pendientes y unos cuantos deciden sentarse tranquilamente para hacer su presupuesto.
Estos últimos son los que menos batallan para hacer rendir su dinero, pues con el presupuesto tienen muy claro cuánto dinero tienen disponible para cada gasto; pero los que comienzan a repartir sus billetes a diestra y siniestra se quedarán sin capital en menos de cinco días.
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¿Qué pasa cuando no haces un presupuesto? Simplemente no sabes dónde termina tu dinero, al final lo gastas en todo, menos en lo que deberías.
¿En qué podrías terminar gastando tu quincena si no haces un presupuesto?
- Diversión. El mero día de paga nunca falta el sonsacador a quien se le ocurre la maravillosa idea de ir a un restaurante, bar, karaoke o cualquier centro botanero. Si no te mides y te dejas llevar al calor de las copas puedes gastar más de la cuenta.
- Propinas. Si el mesero te atendió muy bien en tu celebración de quincena y te sientes generoso, puede ser que dejes más propina de la que entregas normalmente. Adiós dinero.
- Gustitos. Chucherías, cafés, cigarros o ropa; es mucho el dinero que se te puede ir en un abrir y cerrar de ojos.
- Taxi. ¡Pues claro! Si tienes dinero en el bolsillo, ¿por qué viajar en camión? Ya sea taxis tradicionales o ejecutivos, ahí se te puede ir un porcentaje importante de tu quincena.
- Comida en la calle. ¿Para qué llevar comida de tu casa a la oficina si es quincena? Un día está bien, pero hacerlo durante tres o cuatro días seguidos, no.
Elaborar un presupuesto no significa que debas rechazar la diversión, tus gustitos o comer delicioso en tu establecimiento favorito, claro que lo puedes hacer y qué mejor que con una cantidad definida.
Una vez que tengas tu presupuesto detallado, no abuses de la tarjeta, de poco o nada servirá tu esfuerzo si a media quincena no tienes dinero y decides sortear los días deslizando tu tarjeta de crédito a donde quiera que vas.
Platícanos, ¿en qué se te va tu quincena?
