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¡Hasta siempre, padre Manuel!

Manuel Velázquez, padre del cooperativismo de ahorro y préstamo.

Era un lunes 2 de marzo, en la redacción de Cooperando Ando nos encontrábamos con el mejor ánimo de inicio de semana; al medio día nos llegó un mensaje al grupo de WhatsApp… el padre Manuel Velázquez Hernández, había fallecido.

Después de esa terrible noticia, nadie decía nada, nadie escribía, era como si inconscientemente decidiéramos hacer un minuto de silencio por tan lamentable pérdida. Y créenos, no es para menos.

En 1950, con tan solo 28 años de edad y junto a Carlos Talavera, Manuel Velázquez emprendió un viaje a Nueva Escocia (Canadá), para conocer el movimiento cooperativo. Ya te imaginarás lo que era viajar tantos kilómetros en ese tiempo.

Un año después, en 1951, Manuel y Carlos redactan en México el primer Modelo de Estatutos para las Cooperativas de Ahorro y Préstamo; ahí es donde dieron inicio las cajas populares en nuestro país.

En pocas palabras, sin el padre Manuel Velázquez Hernández, hoy quizá no existirían las cajas populares en nuestro país.

Manuel fue un adelantado a su época, trajo a México un modelo económico social al que actualmente están afiliados más de 10 millones de socios; esta gran labor le fue reconocida en el  2013, pues en Sesión Solemne de la Cámara de Diputados le fue entregada la  Medalla al Mérito Cooperativista y la Economía Social.

Hace también siete años, el padre Manuel dio una entrevista a Caja Popular Mexicana, en la que exponía sus ideas sobre el cooperativismo. En ésta nos llamó la atención una frase que nos partió el corazón: “yo puedo morir en paz, porque la siembra ya pegó”.

El padre no era un hombre de homenajes, fue de esas personas que hacía el bien, sin mirar a quien; esto como un reflejo de su filosofía cooperativa y alta calidad humana. Sin embargo, en Cooperando Ando seguiremos honrándolo como él sí lo hubiera querido, hablando de cooperativismo y difundiendo este movimiento, al cual le dejó un gran legado.

Descanse en paz.

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