– Desea contratar el seguro de viajero por la cantidad de…
– No, gracias.
¡Tranquilo! Antes de decidir que no deseas contratar ese seguro porque «nadie nunca lo usa y no sirven para nada», piensa que existe una posibilidad de que tú sí lo utilices.
Ya sea que tengas un viaje a la playa, a un pueblo mágico, una gran ciudad o a esquiar en la nieve; es probable que llegues a utilizar este por cualquier accidente, esperemos que no pase pero no lo descartes.
Hay cinco situaciones en las cuales un seguro de viajero puede ahorrarte unos pesos:
- Enfermedad, ¿qué pasa si por alguna razón te enfermas en tu viaje? Puede ser desde una infección estomacal hasta algo más grave relacionado con problemas de salud, es muy complicado que lleves dinero suficiente para costear un hospital.
- Accidente, si te encuentras muy feliz en la playa y de repente una ola agresiva te arroja a la arena y te fractura el brazo o la pierna, ¿qué harías? Un seguro puede cubrir ese accidente y evitar que desembolses dinero de más.
- Cancelación de vuelo, los imprevistos están a la orden del día, si no contrataste un seguro y no llegaste a tiempo al aeropuerto debes dar por perdido tu ticket, posiblemente no tendrás reembolso.
- Pérdida de equipaje, olvídate de procesos engorrosos y caros en caso de que la aerolínea pierda tu equipaje, un seguro de viaje puede ayudarte con eso.
- Fallecimiento, (toca madera) ojalá que nunca pase, pero ¿qué harías si tú o un acompañante fallecen en el viaje? Algunos seguros cubren los gastos de transportación o repatriación del asegurado fallecido.
Después de todo pagar unos pesos por un seguro no es tan malo, ¿verdad?
En esta vida nada es seguro, tú puedes planear las mejores vacaciones de la vida pero siempre hay elementos y situaciones externas que no se pueden controlar. Prevenir está en ti, antes de contratar el seguro no olvides leer las letras chiquitas y resolver todas las dudas que tengas.
