Antes de soltar esa venenosa frase, piensa esto
Puede que seas una persona muy ordenada en tus finanzas, que tengas siempre en control cuánto gastas y en qué, pero si por error llegas a soltar un “por eso me mato trabajando”, deberías preocuparte.
No te mientas, seguramente la has dicho al menos una vez, pero del dicho al hecho hay mucho trecho, y ese trecho es el que debes aprovechar para recapacitar.
Antes de llevar a la acción ese deseo, mejor hazte al menos las siguientes 5 preguntas previo a comprar cualquier cosa por impulso:
- ¿Realmente lo necesito?
- ¿Qué pasa si no lo compro?
- Hasta hace unos días, ¿ya quería pagar por esto?
- Lo que gastaré en eso, ¿en qué otra cosa lo puedo usar?
- ¿Cuántos días de trabajo me representa pagar por eso?
Si a las primeras 3 preguntas respondes con un sí, entonces deberías pagar por el producto o servicio que te está rondando la cabeza, pero si tienes tan solo un no, es mejor que lo reconsideres.
Las preguntas 4 y 5 son unas muy buenas auxiliares, pues darles respuesta seguro te obligará a hacer un examen de conciencia, mismo que te hará tomar la mejor decisión.
Seguir con este consejo y ser sincero al responder las 5 preguntas, te puede evitar una terrible cruda post compra, haznos caso y verás que te sentirás mejor.
Aléjate del “para eso me mato trabajando”, pues no te dejará nada bueno.