No te revuelvas, aquí te lo explicamos con manzanas
No querido lector, un crédito revolvente no es ese que te ofrecen los agiotistas con engaños para que te revuelvas y lo contrates, con altas tasas de interés. Se trata de algo mucho mejor y formal.
Como lo prometido es deuda, aquí te lo explicaremos con manzanitas:
Este tipo de productos financieros tienen la característica de ofrecerte una línea de crédito por cierta cantidad, misma que tú puedes disponer y usar como quieras, peeero, podrás seguir agarrando dinerito de ahí conforme vayas pagando.
A Pepito, su mamá le llevó una caja con 12 manzanas para que pueda comerlas como un delicioso aperitivo, pero antes le dijo: – Aquí te dejo esta caja con 12 manzanas, te las presto por un mes, por cada una que te comas, deberás reponerla después, a final de mes debes regresarme la docena de manzanas, completita.
Eso, querido amiguito, es un crédito revolvente explicado con manzanitas.
A Pepito le fue muy bien, pues solamente le pidieron que regresara la caja con las 12 manzanas y listo, pero tú debes cuidar un punto muy importante con tu institución financiera: la tasa de interés.
Si bien, es cierto que al final del plazo tendrás que regresar íntegra la línea de crédito asignada, también debes saber que la cantidad de dinero que dispongas, generará un interés que deberás pagar (y con mayor razón si pagas fuera de tiempo, pues ahí ya te llega el castigo con un interés moratorio).
Como ya lo puedes haber deducido, las tarjetas de crédito son un ejemplo de línea de crédito o crédito revolvente, pues a final de mes debes dejar tablas tu línea, sino, deberás pagar intereses.
Otro ejemplo es el Credinámico de Caja Popular Mexicana, un crédito revolvente con el que puedes cubrir tus necesidades, con una tasa muy, muy baja. Si no lo conoces, da clic aquí para que te animes a solicitar el tuyo.
Solo no olvides una cosa, al final de plazo, debes dejar la docena de manzanas en la caja, eh.
