Existen cuestionamientos que sugieren una posible batalla pues no siempre habrá un acuerdo total. ¿Las quesadillas llevan queso? ¿La pizza debe llevar piña? ¿Prefieres soportar el frío o el calor?
Hay personas que les encanta el clima fresco de invierno, pero hay otras que prefieren el cálido verano.
Si eres de esas personas que sufren cada que llega el invierno y no quieres gastar miles de pesos ni energía en un calefactor, a continuación te traemos cinco opciones para que sobrevivas con los cachetes calientitos:
Cierra las cortinas antes de anochecer. Durante la noche el frío se cuela a tu casa por las ventas (aunque estén cerradas), si colocas una cortina gruesa o doble será complicado que el intruso viento acceda a tu hogar.
Usa alfombras. El suelo fresco es un verdadero tormento, al colocar alfombra conservarás el calor en la habitación.
Puertas cerradas. Ya sea que estés en tu cuarto, la sala o en cualquier parte de la casa, procura mantener la puerta de esa habitación cerrada para que te mantengas con una temperatura cálida.
Aísla las fisuras. Algunas puertas y ventanas tienen pequeñas rendijas por las cuales se pueden colar las ventiscas de aire helado, cúbrelas con cinta de aislar o pequeños trapos.
Regula la calefacción. Si eres un poco necio y decides encender la calefacción, intenta mantenerla en los 20°, si decides subir o bajar la temperatura gastaras más energía.
Es importante que durante el día soleado aproveches para abrir las ventanas de tu casa, pues no es sano que la tengas selladas las 24 horas, sobre todo si alguien está enfermo. Tu casa puede convertirse en un nido de bacterias.
Estar preparados para el frio es responsabilidad de todos en casa, este es un buen momento para poner en práctica la cooperación en familia; pide a tus hijos que te ayuden con alguna actividad y pasen un invierno calientito.
Fuente: www.noticias.eltiempo.es
