Si pides un crédito para tu educación, NO lo uses en esto
Pedir un crédito educativo, no es una decisión que debe tomarse a la ligera pues, como sabes, es dinero que deberás pagar peso por peso, junto con sus intereses que conllevan; usar lo de manera correcta es algo importantísimo.
Pues nos enteramos del caso de compañera de la oficina, aquí en la redacción de Cooperando Ando, quien pidió un préstamo hace unos años para pagarse la uni; el detalle es que cuando le autorizaron y depositaron su crédito, comenzó a gastarlo en cosas que, la neta, no necesitaba. Ya te imaginarás la arrepentidota que se dio.
Para que no hagas lo de “Maria” te dejamos algunas cosas en las que NO se debe usar un crédito de estudiante:
- Computadora de segundo uso. Recuerda que lo barato sale caro, por eso siempre es mejor invertir en alguna computadora nueva y que cumpla con lo que ocuparás. Si vas a invertir en eso, pues hazlo bien.
- Material que no te han pedido. ¡Sí, ya sabemos que la libreta doble raya con olor a fresita que viste en el súper, es la onda! Pero si aún tienes libretas del año pasado, y ni siquiera sabes si te pedirán alguna de doble raya, ¿para qué gastas en eso? Además de cara, no la necesitas, así que mejor ni le muevas.
- Tecnología desechable. En estos tiempos de pandemia, la tecnología se volvió indispensable, por eso ahora es muy normal encontrar gran variedad de cosas tecnológicas y demás; antes de comprar alguna de ellas, checa muy bien que no sea desechable o marca Patito, capaz que no te dura ni 2 meses ese disco duro que te ofrecen por $500.
Ahora que conoces algunas cosas en las que NO debes usar tu crédito estudiantil, es momento de pensar en la mejor opción crediticia y, pues ya sabes que aquí te recomendamos lo mejor. Échale un ojo a las opciones de nuestros compas de Caja Popular Mexicana, su Crédito Personal Plus puede ser una muy buena opción.
¡No se te olvide! Invierte de manera inteligente ese dinero, adquiere cosas que realmente necesitas y te sirvan para el futuro.
NOTA. “María” no se llama María, o quizá sí. Le preguntaremos a María si no se enojó porque dijimos su nombre.
