Si pides un crédito, cuida tu capacidad y paga puntual
Al momento de pedir un crédito, lo más recomendable es solicitar el monto exacto de lo que necesitas y no pedir cantidades que excedan tu capacidad de pago, pero, ¿qué es esto?
Con palabras más o palabras menos, la capacidad de pago es la posibilidad que tienes de hacer frente a los abonos de un crédito, dejando un margen que no afecte tu ahorro, gastos fijos y demás o, dicho de otra manera: no te endeudes más de lo que puedes pagar.
Mantener tus pagos al corriente y cuidar esta capacidad, te puede salvar de las siguientes situaciones:
- Caer en buro de crédito por «mala paga»: Cuando te vale tres pepinos tu capacidad de pago, puedes tener muchos problemas con tus abonos; esto quedará como una muy mala experiencia y estará registrada en tu historial.
- No podrás solicitar otro crédito: Todo por mala paga, puedes cerrarte solito el acceso a nuevos créditos formales, luego ahí vas a estar acudiendo con los agiotistas que no revisan buró. Mal, mal.
- Tendrás que solicitar una reestructura: Es posible que cuando sientas que no puedes más, te veas en la necesidad de pedir una reestructuración de tu crédito, esto en sí no es malo, pues lo harás para poder seguir pagando; sin embargo, cuando tienes reestructuras, también puedes afectar tu historial con algunas instituciones.
Para evitarte todas estas broncas, lo único que debes hacer es cuidar muy bien tu capacidad de pago, pidiendo solamente los créditos que realmente puedas pagar.
“Oye Cooperando Ando, pero ¿cómo puedo definir mi capacidad de pago?” ¡Qué bueno que lo preguntas! Para conocerlo y que lo tengas bien definido, es muy importante que cuentes con un presupuesto personal.
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