La persona es el centro de todo, esta filosofía cooperativa ha permitido que millones de vidas crezcan con valores y calidad humana.
Todas las historias tienen sus propios súper héroes, en las cooperativas, son los socios quienes se visten de como El Santo, Superman o Spider Man.
Nuestros amigos de Caja Popular Mexicana publicaron recientemente en su revista Patrimonio a tres de sus socios que son verdaderos protagonistas de su historia.
Francisco Ortega es un héroe con 44 años como socio y ha vivido la transformación de su cooperativa, en sus inicios llegó a ser gerente, en aquellos años donde los socios se ofrecían como voluntarios para brindar sus servicios en las sucursales.
Así como el caso del señor Ortega, es normal que en el inicio de actividades de las sociedades cooperativas los socios sean quienes aporten tiempo y capital humano para echarla a andar.
Otra heroína de Caja Popular Mexicana es la socia Mar Guevara, odontóloga de profesión con 10 años participando activamente en su cooperativa, quien asegura que son varios los miembros de su familia que se unieron al Movimiento gracias al sentido social y la calidad en el servicio.
Por último (pero no menos importante) encontramos la historia de Graciela Zamudio, ama de casa con un historial de 15 años como socia, quien afirma confiar en las cajas populares por sus múltiples beneficios que aportan, el más valioso para ella es que pudo inscribir a su hija pequeña como ahorradora menor de edad.
Así como estas historias podemos encontrar millones más alrededor de los 26 estados donde Caja Popular Mexicana tiene presencia, desde socios que llevan más de 40 o 50 años en la cooperativa, hasta los ahorradores menores de edad que han sido inducidos en el cooperativismo por sus padres o tutores.
Fuente: https://www.cpm.coop/wp-content/uploads/2018/05/20180515-Patrimonio-84.pdf
