El dinero que recibes puede usarse para algo más que fiestas
Ya van a ser tus quince años, hija, deja le marco a tu tío para que nos mande unos dólares del norte.
Esta frase puede ser dicha por cualquier familiar de una persona que se gana la vida fuera del país, y como todo mexicano de corazón noble, el paisano le mandará los billetes verdes necesarios para que la pachanga sea todo un éxito.
No es nada malo usar el dinero de remesas para divertirse en familia, pero definitivamente hay otras cosas en las cuales puedes emplear esos dolarucos.
Destinar tus remesas en el emprendimiento de un negocio es algo que definitivamente tienes que hacer, no hablamos de que todos esos billetes verdes los emplees en poner un tiendita, comprar sillas y mesas para renta o que instales un ciber-café (sí, aún existen los “cibers”), basta con que separes una parte del dinero que recibes y poco a poco lo destines a este fin.
¿No te pasa que de repente llega a tu mente la idea de hacerle una mejora o renovación a tu casa? Ese dinero que recibes de otro país te puede ser muy útil para esta meta, aunque también puedes echar mano de un crédito hipotecario o de un personal, así mantendrás íntegra tu remesa.
Por otro lado, si eres de esas personas que no les gusta gastarse el dinero en lo primero que ves, pero tampoco quieres que el cash se quede estancado, tenemos la solución ideal para ti: invertir.
Si eres socio de Caja Popular Mexicana te recomendamos abrir una Rendicuenta, con la cual puedes hacer que tu dinero crezca. Lo mejor de todo es que a partir de inversiones de 120 días, tú decides cuándo deseas recibir tus rendimientos, si mensualmente o al finalizar el plazo.
Opciones para darle buen uso a tus remesas, hay muchas; no está mal que utilices una parte de ellas para una buena fiesta, pero definitivamente es mejor si piensas en beneficios a mediano o largo plazo.
